Los fan de The Office seguramente se habrán emocionado al ver esta escena y queremos compartirla en nuestro blog.
Se trata de la escena donde Michael Scott quiere comprar el cuadro de Pam Beesly, lo que demuestra el gran corazón del gerente de Dunder Mifflin.
Cuando todos sus compañeros le dieron la espalda en la muestra de arte, cuando ni siquiera su novio le dio importancia a sus pinturas, Michael se tomó un tiempo para ir y felicitar la obra de Pam, incluso quiere comprar el cuadro donde aparece la oficina. El abrazo con los ojos brillosos de Pam nos hizo explotar de ternura.
Pese a todo el humor que maneja esta serie tan divertida, también hay momentos serios que nos hacen conectar con los personajes y tomarles mucho cariño.
Compartimos la foto con el diálogo y te invitamos a responder la siguiente pregunta: ¿Cuál es tu escena favorita de The Office?
The Office : Escena donde Michael Scott quiere comprar el cuadro de Pam Beesly
Michael Scott: No veo el precio.
Pam Beesly: ¿Quieres comprarla?
Michael Scott: Claro, hay que tenerla en la oficina. Estoy muy orgulloso de ti.
The Office (Temporada 3, Episodio 17)
"Ese es nuestro edificio; y vendemos papel".
En esta conmovedora secuencia, Michael representa al espectador perfecto. Y, valga la expresión, a un buen amigo.
El prometido de Pam asiste a su exhibición sólo para complacerla, fingiendo que entiende su pasión, sin importarle realmente su trabajo; Óscar, su compañero, hace acto de presencia, aunque se limita a opinar y demeritar su esfuerzo; sin embargo, Michael queda sorprendido por el arte de su amiga. No es porque sepa cómo lo logró, no juzga su calidad ni su técnica: él mira los dibujos de Pam como lo que son: impresiones honestas de la vida cotidiana. Al mejor jefe del mundo, lo maravilla la manera en que ella ha retratado los detalles ínfimos de su amada oficina: "esta es mi ventana." "¿Este es tu auto?"
Michael está complacido de ver su vida común enaltecida en un esfuerzo artístico. Quienes nos dedicamos a ello, sabemos lo importante que es cuando un espectador se ve reflejado en nuestro trabajo.
Michael es el único que comprende la sinceridad de Pam, y lo que la lleva a dibujar cosas, en apariencia, sin valor estético, al grado de preguntarle cuánto cuesta su obra.
"Ese es nuestro edificio; y vendemos papel".
Esto es lo que somos, y hay que ser dignos de ello.
Desde lo más honesto de su fuero interno le dice que está orgulloso de ella; lo que para Pam significa una enorme ganancia, pues se sentía desvalida y sola, creadora de un trabajo que a ninguno más le importó.
Y, siguiendo los eventos del capítulo, él encuentra en los dibujos de su amiga un alivio para su propia tristeza. Es la comunión de las soledades del creador y el espectador.
Esta escena es tan hermosa porque sintetiza la esencia de la serie, que al final la misma Pam va a contener en una frase: "hay mucha belleza en las cosas ordinarias".
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