Después de sumergirnos en las mentes de Jeffrey Dahmer, los hermanos Menéndez y Ed Gein, Netflix prepara una nueva entrega de su exitosa antología Monstruos. Pero esta vez, por primera vez en la serie, la protagonista será una mujer. Y no una cualquiera: Lizzie Borden, la joven acusada de asesinar a su padre y a su madrastra con un hacha en uno de los crímenes más espeluznantes del siglo XIX.
La noticia fue confirmada por el propio gigante del streaming, que anunció el inicio del rodaje para 2025. La cuarta temporada llevará el título “Monstruo: La historia de Lizzie Borden” y promete ser una de las más inquietantes y comentadas de la saga.
¿Quién fue Lizzie Borden? El crimen que dividió a todo un país
Era una calurosa mañana de agosto de 1892 cuando la tranquilidad del pequeño pueblo de Fall River, Massachusetts, se rompió para siempre. En la casa número 92 de Second Street, el cuerpo de Andrew Borden, un empresario local, fue hallado brutalmente mutilado. Minutos después, la policía encontró a su esposa Abby en una habitación del piso superior, asesinada de igual manera.
Dentro de la vivienda solo había tres personas: Andrew, Abby… y su hija, Lizzie.
Lizzie Andrew Borden nació en 1860, en una familia rica, pero marcada por la infelicidad. Su madre murió cuando era pequeña, y su padre se volvió a casar con Abby Gray, a quien Lizzie jamás aceptó. Las tensiones en la casa eran un secreto a voces: Andrew era un hombre severo y tacaño, negado a los lujos pese a su fortuna, lo que alimentaba el resentimiento de sus hijas.
El 4 de agosto de 1892, a las 11:10 de la mañana, la sirvienta Bridget Sullivan escuchó un grito. Lizzie bajaba las escaleras, pálida y temblorosa. “¡Vengan rápido! ¡Papá está muerto!”, dijo. Lo que siguió fue una investigación que sacudiría la moral de toda una nación.
El juicio del siglo: ¿ángel de la muerte o víctima de prejuicios?
El caso Borden se convirtió rápidamente en una obsesión para la prensa. Las pruebas eran escasas, pero las sospechas, abundantes. Lizzie había intentado comprar veneno días antes del crimen, y un testigo la vio quemando un vestido en la cocina poco después de los asesinatos. Ella decía que estaba manchado de pintura, pero muchos pensaban que trataba de ocultar evidencia.
En junio de 1893, comenzó el juicio. Los periódicos la apodaron “El ángel de la muerte”. En el estrado, Lizzie no derramó una sola lágrima. La fiscalía alegó que la matanza fue impulsada por el odio y la codicia; la defensa, en cambio, jugó la carta del prejuicio: una dama victoriana no podía ser capaz de semejante brutalidad.
El jurado —formado íntegramente por hombres— deliberó solo hora y media antes de declararla inocente. Lizzie fue absuelta. Pero el veredicto no borró la duda. Ni el miedo.
El misterio nunca murió
Aunque la justicia la liberó, el pueblo nunca lo hizo. Lizzie fue rechazada por la alta sociedad de Fall River. Los niños la señalaban en la calle; los adultos murmuraban su nombre como si pronunciaban una maldición. Se mudó junto a su hermana Emma a una elegante mansión llamada Maplecroft, pero la soledad la acompañó hasta el final. Murió en 1927, sin haberse casado, y fue enterrada junto a las mismas personas que muchos creían que había asesinado.
Con el tiempo, su historia se convirtió en mito. Surgió incluso una rima infantil que aún hoy se repite:
“Lizzie Borden took an axe,
And gave her mother forty whacks.
When she saw what she had done,
She gave her father forty-one.”
El poema exageraba, pero el eco del crimen sigue vivo. La casa Borden aún existe, transformada en museo y hotel. Los visitantes aseguran escuchar pasos en la escalera, voces apagadas y puertas que se abren solas. ¿Un truco de la imaginación o la culpa de Lizzie, atrapada para siempre entre esas paredes?
Qué esperar de “Monstruo: La historia de Lizzie Borden”
Ryan Murphy e Ian Brennan, creadores de la franquicia, han prometido una temporada más introspectiva, centrada no solo en el crimen sino en el contexto moral y social que lo rodeó. A diferencia de las anteriores entregas —protagonizadas por asesinos confesos—, esta historia abordará la ambigüedad y el poder del juicio público, algo que resuena fuertemente en la era de las redes sociales.
La serie mostrará a Lizzie como un personaje complejo: una mujer que podría ser tanto víctima de un sistema patriarcal como culpable de un acto inimaginable.
Reparto confirmado: una nueva generación de talentos
Netflix ha anunciado un elenco de lujo para esta cuarta entrega.
Ella Beatty, hija de Warren Beatty y Annette Bening, interpretará a Lizzie Borden en su primer papel protagónico.
Rebecca Hall dará vida a Abby Borden, la madrastra asesinada.
Vicky Krieps, recordada por Phantom Thread, será Bridget Sullivan, la sirvienta que escuchó los gritos aquel fatídico día.
Billie Lourd encarnará a Emma Borden, la hermana mayor.
Y Jessica Barden interpretará a Nance O’Neill, una actriz de teatro que tuvo una relación muy cercana con Lizzie en sus últimos años.
Fecha de estreno y expectativas
El rodaje de “Monstruo: La historia de Lizzie Borden” está previsto para comenzar en 2025. Aunque Netflix aún no ha confirmado la fecha exacta de estreno, se estima que la temporada llegue a la plataforma en 2026.
Si algo ha demostrado Monstruos, es que Ryan Murphy sabe convertir los casos criminales en fenómenos culturales. Y con Lizzie Borden, una historia donde la inocencia y la maldad se confunden, todo apunta a que esta será su temporada más polémica y debatida.
Un monstruo diferente
Luego del éxito 2025 de Monster: Ed Gein, se prepara un nuevo lanzamiento que promete darle un nuevo giro fresco a la serie por ser algo diferente, primero porque tenemos como protagonista a una mujer y segundo porque Lizzie Borden no fue condenada, pero nunca fue perdonada. Quizás por eso su historia encaje tan bien en esta saga. Porque a veces, los verdaderos monstruos no son los que matan… sino los que eligen creer.
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